jueves, 27 de enero de 2011

Colombia celebra los 25 años de la visita de Juan Pablo II, con un foro que inaugurará el presidente de la nación

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 27 de enero de 2011 (ZENIT.org).- El presidente de Colombia Juan Manuel Santos instalará el 3 de marzo en Bogotá el primer Foro en honor del nuevo beato Juan Pablo II y en celebración por los 25 años de su visita al país.

La Embajada de Colombia ante la Santa Sede organiza este primer Foro en el que también participará el antiguo presidente de la nación, Belisario Betancur, quien hace 25 años, el 1 de julio, recibió a Juan Pablo II en Bogotá.


El evento, "Juan Pablo II y su huella en Colombia, 25 años después", se convertirá en un encuentro académico en el que participarán representantes de seis universidades de Bogotá y fundaciones sociales para recordar la huella del Papa en Colombia en aspectos fundamentales como la dignidad de la persona humana, la familia, la educación, la juventud, la justicia y la comunicación, entre otros temas.


El embajador de Colombia ante la Santa Sede, César Mauricio Velásquez Ossa, explica que "la beatificación de Juan Pablo II y la celebración de los 25 años de su visita a Colombia ha despertado mayor admiración y cariño".

"A los correos de la Embajada en Roma han llegado expresiones de admiración y recuerdos entrañables de muchas personas --revela el representante colombiano en Roma--. Un joven asegura que el día en que llego Juan Pablo a Colombia comenzó a caminar. Un periodista recuerda que durante la visita del Papa, del 1 al 7 de julio, se redujeron los indicadores de violencia en el país y hasta las guerrillas de la época decretaron una tregua de siete días. Otras personas narran que gracias a su visita volvieron a la Misa y a la Confesión".

Velásquez Ossa recuerda en una declaración enviada a ZENIT que "no hay santo que no haya servido a los demás. La santidad es identidad con Cristo, ejemplo de servicio. Juan Pablo II luchó por imitarlo y por eso se entregó hasta el último minuto de vida. Es ejemplo de lealtad, fortaleza y alegría. Es un grande de todas las ciencias sociales. Un fiel servidor que nunca dejo de ser sacerdote ejemplar".

"Quienes quieren torpedear o poner en duda la beatificación de Juan Pablo II desconocen los detalles de la historia --añade--. Fue precisamente el Papa quien al conocer malos comportamientos los censuró y condenó. Nunca guardó silencio frente al delito dentro y fuera de la Iglesia, fue él, con Benedicto XVI, los que iniciaron la purificación de la conciencia cara al mundo".

"De las mejores cosas en la existencia es tener un amigo santo --concluye--. Me siento amigo de Juan Pablo II y es significativo que los santos contemporáneos hayan trasegado esta vida en medio de nuestras mismas encrucijadas, tentaciones y problemas y en medio de todo esto hayan logrado la meta".