Nuestro viaje por Colombia siguiedo la huella de Juan Pablo II, 25 años después de su visita, ha sido todo un éxito
Nos hemos econtrado con cientos de personas que no sólo recuerdan al papa viajero, sino que lo reviven y nos han dado sus testimonios de cómo les cambió el corazón y la vida.
Gente amable, con valores, receptivas y felices. Así se puede describir a quienes hemos tenido la oportunidad de dirigirnos y de intercambiar con ellos en parroquias y en otros escenarios como en Barranquilla, Palmira, Cartagena o Chiquinquirá.
También en Eventos como el de Bogotá que contó con la presencia del Presidente Juan Manuel Santos, el expresidente Belisario Betancur y el Nuncio Apostólico Aldo Cavalli; se vivieron momentos especiales en donde mas de 450 personas se reunieron para reflexionar, analizar y recordar la doctrina de la iglesia en la palabra y hechos de Juan Pablo II.
Hemos tenido la oportunidad de ofrecer diferentes conferencias en Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Medellín y compartir con los jóvenes universitarios las reflexiones y entender un poco más los pricipios y valores humanos, la caridad, el amor, la paz.
Visitamos escuelas como la del barrio La Gabriela en Bello, en donde por causa del invierno, un alud de tierra sepultó a medio barrio y fueron muchos los fallecidos; o en la escuela Juan Pablo II de Cali y otras escuelas en Bucaramanga y otras ciudades colombianas. Allí entregamos camisetas donadas por la Liga Italiana de Fútbol como aporte para los damnificados y que son sólo una pequeña parte de las que llegarán en los próximos meses. Nos solidarizamos así con las víctimas en todos los lugares vulnerables donde habitan los damnificados del invierno en Colombia.
Realizamos un partido de fútbol benéfico en Medellín entre las selecciones de la promoción del bachillerato de la Universidad Pontificia Bolivariana de 1985 y de los empleados de la Gobernación de Antioquia, en el que se llamó la atención de la necesidad de no olvidar a los damnificados del invierno. No importó el triunfador ni el resultado cuando de ayudar se trata.
Tambien en nuestro recorrido hablamos con los gobernadores de Barranquilla, Antioquia, Santander, Valle del Cauca que hemos visitado y han salido propuestas interesantes que rinden homenaje a Juan Pablo II como la restauración de la Plaza de la Paz de Barranquilla donde el Papa se reunió con el pueblo de la arenosa, o como el nombramiento de varias instituciones educativas en cada región de Antioquia con el nombre del Apóstol de la Paz.
Visitamos escuelas como la del barrio La Gabriela en Bello, en donde por causa del invierno, un alud de tierra sepultó a medio barrio y fueron muchos los fallecidos; o en la escuela Juan Pablo II de Cali y otras escuelas en Bucaramanga y otras ciudades colombianas. Allí entregamos camisetas donadas por la Liga Italiana de Fútbol como aporte para los damnificados y que son sólo una pequeña parte de las que llegarán en los próximos meses. Nos solidarizamos así con las víctimas en todos los lugares vulnerables donde habitan los damnificados del invierno en Colombia.
Realizamos un partido de fútbol benéfico en Medellín entre las selecciones de la promoción del bachillerato de la Universidad Pontificia Bolivariana de 1985 y de los empleados de la Gobernación de Antioquia, en el que se llamó la atención de la necesidad de no olvidar a los damnificados del invierno. No importó el triunfador ni el resultado cuando de ayudar se trata.
Tambien en nuestro recorrido hablamos con los gobernadores de Barranquilla, Antioquia, Santander, Valle del Cauca que hemos visitado y han salido propuestas interesantes que rinden homenaje a Juan Pablo II como la restauración de la Plaza de la Paz de Barranquilla donde el Papa se reunió con el pueblo de la arenosa, o como el nombramiento de varias instituciones educativas en cada región de Antioquia con el nombre del Apóstol de la Paz.
Apenas vamos en mitad del recorrido. Ya nuestro paso ha seguido la huella en Chiquinquirá, Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Popayan y aun nos faltan otras ciudades como Pereira, Armero, Tumaco; hasta donde llegaremos siguendo la huella del próximo Beato.
Grandes sorpresas hemos encontrado que nos demuestran que Juan Pablo II sigue vivo entre los colombianos y que la fe en Colombia se acrecenta. La época de Cuaresma nos toma justo en este periplo y es grato encontrar que en Colombia el cambio de actitud hacia el bien, cada día es mayor.