Es una de las primeras fotos al momento del atentado al Papa en plena Plaza de San Pedro, el 13 de mayo de 1981.
Se aprecia el rostro sereno de Juan Pablo II, el desconcierto de todos los presentes ante un hecho que hasta hoy no ha sido aclarado.
La historia continúa, el sicario que disparó, Ali Agca, pagó una condena y el Papa hoy en los altares, el beato Juan Pablo II, en camino de santidad. Poderoso sin límite.
La foto me la hizo llegar la familia del autor, Loris De Meneghetti, un testimonio histórico que comparto con todos. Un recuerdo de dolor y después gozo, tal como son las cosas de Dios. (Para ver en detalle, haz dobleclick en la foto)